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martes, 9 de noviembre de 2010

Polvos de amor (Francisco de Quevedo)

Amor postrero más allá de la muerte
cerrar podrá mis ojos la postrera
sombra que me llevaré el blanco día,
y podrá desatar esta alma mía
hora, a su afán ansioso lisonjera;
mas no de es otra parte en la ribera

Dejará la memoria, en donde ardía:
nadar sabe mi llama el agua fría,
y perder el respeto a la ley severa.

Alma, a quien todo un Dios prisión ha sido,
venas, que humor a tanto fuego han dado
Médulas, que han gloriosamente ardido,
Su cuerpo dejará, no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado

Francisco de Quevedo

martes, 21 de septiembre de 2010

Volverán las oscuras golondrinas (Rima LIII de Bécquer)

Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.
Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres…
¡esas… no volverán!
Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar,
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.
 
Pero aquellas, cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día..…
¡esas….. no volverán!
Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar;
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.
Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido…; desengáñate,
¡así… no te querrán!

Gustavo Adolfo Becquer

lunes, 31 de mayo de 2010

A una nariz de Francisco Quevedo

Érase un hombre a una nariz pegada,
érase una nariz superlativa
érase una nariz sayón y escriba
érase un pez espada muy barbado

Érase un reloj de sol mal encarado
érase una alquitara pensativa
érase un elefante boca arriba
era Ovidio Nasón mas narizado

Érase un espolón de una galera
érase una pirámide de Egipto
las doce tribus de narices era

Érase un narcisismo infinito
muchísima nariz tan fiera
que en la cara de Ánas fuera delito


martes, 25 de mayo de 2010

Santa Teresa Amor de Santidad

Aquellas palabras.
Ya toda me entregué y di
y de tal suerte he trocado,
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.

Cuando el dulce cazador
me tiró y dejó rendida,
en los brazos del amor
mi alma quedó caída.

Y cobrando nueva vida
de tal manera he trocado
que es mi amado para mí,
y yo soy para mi amado.

Hirióme con una flecha
enherbolada de amor,
y mi alma quedo hecha
una con su Criador,
ya no quiero otro amor
pues a mi Dios me he entregado,
y mi amado es para mi,
y yo soy para mi amado.

Santa Teresa

lunes, 10 de mayo de 2010

Escrito está en mi alma vuestro gesto (Garcilaso de la Vega Soneto V)


Escrito está en mi alma vuestro gesto
y cuanto yo escribir de vos deseo;
vos sola lo escribistes, yo lo leo
tan solo, que aun de vos me guardo en esto.

En esto estoy y estaré siempre puesto;
que aunque no cabe en mí cuanto en vos veo,
de tanto bien lo que no entiendo creo,
tomando ya la fe por presupuesto.

Yo no nací sino para quereros;
mi alma os ha cortado a su medida;
por hábito del alma misma os quiero;
cuanto tengo confieso yo deberos;
por vos nací, por vos tengo la vida,

por vos he de morir y por vos muero.

Garcilaso de la Vega

miércoles, 5 de mayo de 2010

Amor a raudales (Lope de Vega)

No sabe que es amor quien no te ama,
celestial hermosura, esposo bello,
tu cabeza es de oro, y tu cabello
como el cogollo que la palma en rama.

Tu boca como lirio que derrama
licor al alba, de marfil tu cuello;
tu mano en torno y en su palma el sello
que el alma por disfraz jacintos llama.

¡Hay dios!, ¿en que pensé cuando, dejando
tanta belleza y las mortales viendo,
perdiera lo que pudiera estar gozando?

Mas si del tiempo que perdí me ofendo,
tal prisa me daré, que aún ahora amando
venza los años que pasé fingiendo

Lope de Vega

Abrazo (para mi amiga Mª Ángeles)

Un abrazo te doy cuando no encuentro la palabra justa Un abrazo, calma el llanto de un niño enternece el corazón y alivia el ...