Enajenada contradicción

Cuando pienso me contradigo
cuando me niego me vuelvo cuerdo
vivo en el disparate, en el oscuro deseo
en el perturbado propósito de la razón

De la locura que refuta lo absurdo
de mi enajenada razón
de la paradoja perfecta
de la razonable idea sin explicación

Cuando pienso me contradigo
cuando me contradigo no pienso
si alguien entiende estos versos
que lo diga que le doy la razón

Dice que dentro de nada
nada es lo que parece
y lo que parece no es nada
Mi credo la demencia
la paranoia mi religión

Lo dejo, no sé que hago aquí
tampoco donde estoy
rodeado de telas blancas
con mi compadre
el señor Napoleón


JMLA - 19 de junio 2015