Buscar este blog

viernes, 4 de mayo de 2012

Todas las tardes a las cuatro

Todas las tardes a las cuatro
te veo pasar y sueño
paseando por la calle ancha
juntos de la mano

Espero impaciente un día y otro
nervioso todas las tardes a las cuatro
te imagino a mi lado, sonriendo
como yo te veo siempre, feliz contigo

Tengo miedo de olvidar tu rostro
tu silueta, tus bellos ojos
que amargura la mía si no vuelvo a verte
paseando por las calles de mi barrio

Nunca me decidí a salir a tu encuentro
para hablarte, para descubrir tu voz
mientras miraba tus bellos ojos,
nunca me decidí hasta un 4 de mayo

Declararme como admirador
pretendiente de lo imposible
esperando lo hoy inalcanzable,
una oportunidad salida de sus labios

¡ Llegó el día!  estoy inquieto
aguardo erguido impaciente,
tembloroso, de mi boca ni el aliento
tal vez sea por el frío húmedo
de esta templada tarde de mayo

Pero es extraño, no llega a su hora
¿qué habrá pasado? siempre regular
precisa, siempre a las cuatro,
¡maldita suerte la mía!  que raro

Pasaron los días, los meses, los años
deje de ir a su encuentro, solo en mis sueños
con esa sonrisa alegre, con su pelo castaño
no hay día que no la recuerde, que la amo

Nunca serás mía en esta vida; lo sé
tal vez en otra es mi esperanza,
por otras calles paseando tú y yo,
paseando felices en otro escenario

Y en el cuarto año de una tarde luctuosa
paseando solo en el Campo Santo
la encontré de pronto, como no hubiera imaginado
ahí estaba siempre bella, hermosa
con el rostro esculpido en mármol blanco

Sobre la estela una fecha grabada
sobre el mármol blanco grabado en oro
acompañada de crisantemos y una rosa blanca
la fecha de aquella tarde fría
la de aquel cuatro de mayo

¡maldita suerte la mía!  que extraño
no siento nada, tal vez cierta fortuna
por estar junto a ella, por estar a su lado

Siento golpear mi corazón, noto tu presencia
para mi es suficiente; porque te amo

JMLA - 4 de mayo 2012


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Abrazo (para mi amiga Mª Ángeles)

Un abrazo te doy cuando no encuentro la palabra justa Un abrazo, calma el llanto de un niño enternece el corazón y alivia el ...