Ciudad que escoltala ciega razón que no deja ver
las sombras del día
Paseos despoblados de vida ciega,
avenidas estrechas despobladas
desertoras de lo razonable
Muros largos, desarmados de vida
monjes misóginos que deambulan
sin culto, inalterables de conciencia
Calles ausentes de modernas teorías
vigiladas por guardianes ocultos,
seres estupendos enamorados detrás
de una ventana iluminada
Secuestrados por la fantasía, por lo imperceptible
por una vida ajena de lo ausente
hasta el retorno de los pájaros sin rumbo
perdidos sin retorno por los callejones del alma
La noche cae sobre la ciudad
que agoniza de éxito, día y noche
esa ciudad que quiero y rechazo
como agua y aceite
Palomas en reposo que esperan
impacientes el despertar de la mañana,
exhortas ante el bello amanecer de poniente
como tu rostro adornado de felicidad
que acentúa el deseo natural del hombre al verte
JMLA - 2 de marzo del 2017
Pintura: Paral-lel - Oleo sobre tela de Neus Martí Royo
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